domingo, 11 de diciembre de 2011
Está en tí.
lunes, 5 de diciembre de 2011
4 de diciembre de 1982
domingo, 6 de noviembre de 2011
.
sólo tres pasos me faltan.
Hay quienes piensan en verde;
solo si dentro lleva cerveza.
domingo, 23 de octubre de 2011
domingo, 16 de octubre de 2011
sábado, 15 de octubre de 2011
jueves, 13 de octubre de 2011
“Me levanté y caminé hasta mi pensión. La luz de la luna era brillante. Mis pasos resonaban en la calle vacía y parecía como si alguien me estuviese siguiendo. Me di la vuelta. Me había equivocado. Estaba completamente solo”.
“Durante un momento nadie se movió. Entonces uno por uno aquellos que estaban sentados en los bancos comenzaron a levantarse. Sus rostros permanecían inexpresivos… El sol estaba saliendo. Nos miramos los unos a los otros, de verdad, por vez primera”.
“La Ley del más Fuerte. En América simepre hay gente buscando trabajo. Siempre había un montón de cuerpos utilizables para reemplazar a otros. Y yo quería ser escritor. Casi todo el mundo era escritor. Casi todo el mundo usaba palabras y podía también escribirlas, en consecuencia, casi todo el mundo podía ser escritor. Pero la mayoría de los hombres, por fortuna, no son escritores, ni siquiera conductores de taxi, y algunos- bastantes- desgraciadamente no son nada”…
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miércoles, 12 de octubre de 2011
lunes, 10 de octubre de 2011
de mi poetisa favorita,,y para ella...
yo también sé porque se sufre, por miedo
por miedo a no volvernos a ver
por miedo a no volvernos a decir sandeces
por miedo a no poder recordar cuantas veces nos sentamos juntas por el dolor de zapatos
a no poder recordar el deslizar de tu cremallera ^^
pero,dime, ¿qué demonios es el miedo?
si no lo sé explicar, quizás no lo tenga
y entonces todo esto sea lo que todos dicen como "echar de menos"
y seremos, pues, simplemente como dos personas normales que se volverán a ver en navidad,
deja que se crean que somos normales
deja que se crean que solo voy a echarte "un poco" de menos..
domingo, 2 de octubre de 2011
El lugar más bonito del mundo
viernes, 30 de septiembre de 2011
martes, 27 de septiembre de 2011
viernes, 9 de septiembre de 2011
De poemas en prosa, César Vallejo
Un hombre dijo:
—El momento más grave de mi vida estuvo en la batalla del Marne cuando fui herido en el pecho.
Otro hombre dijo:
—El momento más grave de mi vida, ocurrió en un maremoto de Yokohama, del cual salvé milagrosamente, refugiado bajo el alero de una tienda de lacas.
Y otro hombre dijo:
—El momento más grave de mi vida acontece cuando duermo de día.
Y otro dijo:
—El momento más grave de mi vida ha estado en mi mayor soledad.
Y otro dijo:
—El momento más grave de mi vida fue mi prisión en una cárcel del Perú.
Y otro dijo:
—El momento más grave de mi vida es el haber sorprendido de perfil a mi padre.
Y el ultimo hombre dijo:
—El momento más grave de mi vida no ha llegado todavía.
domingo, 4 de septiembre de 2011
Sartoris
(...) le parecía que John no había esperado a que el Tiempo le enseñara que la finalidad de la prudencia es soñar lo bastante alto como para no perder el sueño mientras se está empeñado en su búsqueda.
El deseo es una pregunta cuya respuesta no existe
No decía palabras,
acercaba tan sólo un cuerpo interrogante,
porque ignoraba que el deseo es una pregunta
cuya respuesta no existe,
una hoja cuya rama no existe,
un mundo cuyo cielo no existe.
La angustia se abre paso entre los huesos,
remonta por las venas
hasta abrirse en la piel,
surtidores de sueño
hechos carne en interrogación vuelta a las nubes.
Un roce al paso,
una mirada fugaz entre las sombras,
bastan para que el cuerpo se abra en dos,
ávido de recibir en sí mismo
otro cuerpo que sueñe;
mitad y mitad, sueño y sueño, carne y carne,
iguales en figura, iguales en amor, iguales en deseo.
Auque sólo sea una esperanza
porque el deseo es pregunta cuya respuesta nadie sabe.
jueves, 1 de septiembre de 2011
domingo, 28 de agosto de 2011
jueves, 14 de julio de 2011
domingo, 10 de julio de 2011
Los pasos perdidos
En este cuarto desertado por la persona de perfumes todavía presentes, me hallaba como
desconcertado por la posibilidad de dialogar conmigo mismo.
Me sorprendía hablándome a media voz. Nuevamente acostado, mirando al cielo raso, me representaba los últimos años transcurridos, y los veía correr de otoños a pascuas, de cierzos a asfaltos blandos, sin tener el tiempo de vivirlos —sabiendo, de pronto, por los ofrecimientos de un restaurante nocturno, del regreso de los patos salvajes, el fin de la veda de ostras, o la reaparición de las castañas—. A veces, también, debíase mi información sobre el paso de las estaciones a las campanas de papel rojo que se abrían en las vitrinas de las tiendas, o a la llegada de camiones cargados de pinos cuyo perfume dejaba la calle como transfigurada durante unos segundos.
Había grandes lagunas de semanas y semanas en la crónica de mi propio existir; temporadas que no me dejaban un recuerdo válido, la huella de una sensación excepcional, una emoción duradera; días en que todo gesto me producía la obsesionante impresión de haberlo hecho antes en circunstancias idénticas —de haberme sentado en el mismo rincón, de haber contado la misma historia, mirando al velero preso en el cristal de un pisapapel. Cuando se festejaba mi cumpleaños en medio de las mismas caras, en los mismos lugares, con la misma canción repetida en coro, me asaltaba invariablemente la idea de que esto sólo difería del cumpleaños anterior en la aparición de una vela más sobre un pastel cuyo sabor era idéntico al de la vez pasada. Subiendo y bajando la cuesta de los días, con la misma piedra en el hombro, me sostenía por obra de un impulso adquirido a fuerza de paroxismos —impulso que cedería tarde o temprano, en una fecha que acaso figuraba en el calendario del año en curso—. Pero evadirse de esto, en el mundo que me hubiera tocado en suerte, era tan imposible como tratar de revivir, en estos tiempos, ciertas gestas de heroísmo o de santidad. Habíamos caído en la era del Hombre- Avispa, del Hombre-Ninguno, en que las almas no se vendían al Diablo, sino al Contable o al Cómitre.
martes, 5 de julio de 2011
Sergio: ¿Algún libro que no trate sobre gusiluces que se creen vampiros? Gracias.
Querido Sergio:
Asumo por tu pregunta que no te interesan los libros sobre vampiros adolescentes y terriblemente atractivos que inundan las librerías hoy en día. Tranquilo, hay alternativas. Mi consejo: recurre a los clásicos. Si un libro está entre los más vendidos de la historia no puede ser malo. Te adjunto una lista con las opciones más seguras y un pequeño resumen.
La Biblia: Va de un hombre con melena que combate el mal con sus doce amigos.
El Quijote: Igual que el anterior pero con once amigos menos.
Romeo y Julieta: Dos amantes comparten un amor solo superado por su afán en demostrar que tienen un vocabulario muy rico.
El Señor De Los Anillos: Aquí el de melenas hace de mago. Cuidado, el título es engañoso, usa el plural pero luego solo sale un anillo.
El Corán: Es una xxxxxx xxxx con xxxx xxxx de xxxxxxx y que xxxxx xxxxxx muchos xxxxxxx*.
El Código Da Vinci: Trata sobre la visita de Tom Hanks al Louvre para conocer a Meg Ryan, o algo así.
La Divina Comedia: El infierno está abajo, el cielo arriba y el purgatorio en medio. Pues esto mismo explicado en 340 páginas.
A parte, te hago un par de recomendaciones a nivel personal:
Una Breve Historia De Casi Todo, de Bill Bryson. El mejor libro divulgativo que he leído.
La Crucifixión Rosada, de Henry Miller. Una magnífica trilogía
Me anima ir a aeropuertos vestido de piloto, y cuando veo a una pareja con maletas dispuestos a embarcar les pregunto: “¿A qué vuelo vais?” Y cuando me lo dicen pongo cara de preocupación y digo: “Ufff, vaya…”
Me anima dejar en medio de una calle un papel en el que pone: “he tirado un boomerang pero me he tenido que ir antes de que volviera. Quédate y cógelo, no vaya a ser que le haga daño a alguien”. Esto me gusta especialmente porque luego me quedo a observar como quien lee el papel está superalerta en todas las direcciones durante 10 minutos.
Me anima ir a tiendas de cosas caras y salir sin comprar nada, pero intentando parecer lo más sospechoso posible.
Me anima la psicología invertida. Pero a tu amigo fijo que no, ni intentes animarlo con eso porque no le molará. Es que seguro que ni lo intentas, seguro.
Me anima poner cada día una nota de “te quiero” en la basura, para desconcertar al basurero, porque no sabe si soy su admirador secreto, o alguien que nunca se atreve a serlo con otro.
Me anima entrar en floristerías que tienen dependientas guapas y pedirles que me hagan el ramo más grande que tengan. Cuando me lo hacen y me dicen el precio les digo: “No pienso pagarlo, porque son para ti”
Álvao Carmona.
lunes, 4 de julio de 2011
jueves, 23 de junio de 2011
domingo, 19 de junio de 2011
Dramas microscópicos
sábado, 18 de junio de 2011
EL ARCO IRIS DE M.B
por supuesto
usted sonríe
y no importa lo linda
o lo fea
lo vieja
o lo joven
lo mucho
o lo poco
que usted realmente
sea
sonríe
cual si fuese
una revelación
y su sonrisa anula
todas las anteriores
caducan al instante
sus rostros como máscaras
sus ojos duros
frágiles
como espejos en óvalo
su boca de morder
su mentón de capricho
sus pómulos fragantes
sus párpados
su miedo
sonríe
y usted nace
asume el mundo
mira
sin mirar
indefensa
desnuda
transparente
y a lo mejor
si la sonrisa viene
de muy
de muy adentro
usted puede llorar
sencillamente
sin desgarrarse
sin deseperarse
sin convocar la muerte
ni sentirse vacía
llorar
sólo llorar
entonces su sonrisa
si todavia existe
se vuelve un arco iris.
miércoles, 15 de junio de 2011
martes, 14 de junio de 2011
Supercalifragilisticoespialidoso
si lo dice con soltura sonará armonioso.
domingo, 5 de junio de 2011
sábado, 4 de junio de 2011
Altazor
La Tierra seguirá girando sobre su órbita precisa
Temerosa de un traspié como el equilibrista sobre el alambre que ata las miradas
el pavor.
En vano buscas ojo enloquecido
No hay puerta de salida y el viento desplaza los planetas
Piensas que no importa caer eternamente si se logra escapar
¿No ves que vas cayendo ya?
Limpia tu cabeza de prejuicio y moral
Y si queriendo alzarte nada has alcanzado
Déjate caer sin parar tu caída sin miedo al fondo de la sombra
Sin miedo al enigma de ti mismo
Acaso encuentres una luz sin noche
Perdida en las grietas de los precipicios
Cae
Cae eternamente
Cae al fondo del infinito
Cae al fondo del tiempo
Cae al fondo de ti mismo
Cae lo más bajo que se pueda caer
Cae sin vértigo
A través de todos los espacios y todas las edades
A través de todas las almas de todos los anhelos y todos los naufragios
Cae y quema al pasar los astros y los mares
Quema los ojos que te miran y los corazones que te aguardan
Quema el viento con tu voz
El viento que se enreda en tu voz
Y la noche que tiene frío en su gruta de huesos
Cae en infancia
Cae en vejez
Cae en lágrimas
Cae en risas
Cae en música sobre el universo
Cae de tu cabeza a tus pies
Cae de tus pies a tu cabeza
Cae del mar a la fuente
Cae al último abismo de silencio
Como el barco que se hunde apagando sus luces
Todo se acabó
El mar antropófago golpea la puerta de las rocas despiadadas
Los perros ladran a las horas que se mueren
Y el cielo escucha el paso de las estrellas que se alejan
Estás solo
Y vas a la muerte derecho como un iceberg que se desprende del polo
Cae la noche buscando su corazón en el océano
La mirada se agranda como los torrentes
miércoles, 1 de junio de 2011
NO TE SALVES
MARIO BENEDETTI
lunes, 30 de mayo de 2011
Midnight in Paris.
domingo, 29 de mayo de 2011
miércoles, 25 de mayo de 2011
horcata.
FIN
/orxata/se escribe con "H", si no, sería HORCATA..
CORTAZAR
página asesina.
FIN
aclaraciones:..de risa, supongo.
Instrucciones para subir una escalera.
Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie).
Llegado en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.
FIN
NOTICIAS(en blanco y negro) de un periódico (cosa que se lee) para extraterrestres(bichos verdes) afincados en algún lugar del planeta (esfera dónde vivimos los terrestres) azul (color)..
por si acaso..
domingo, 15 de mayo de 2011
Un verso a la bata y al fonendoscopio.
escucha, de atención minuciosa a los murmullos
imperceptibles de las cosas, a su respiración y sus latidos.
Basilio Sánchez.
Jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Cáceres.
martes, 10 de mayo de 2011
lunes, 9 de mayo de 2011
Enero. Tortas de Navidad
lunes, 2 de mayo de 2011
Borges
Arribo, ahora, al inefable centro de mi relato, empieza aquí, mi desesperación de escritor. Todo lenguaje es un alfabeto de símbolos cuyo ejercicio presupone un pasado que los interlocutores comparten; ¿cómo transmitir a los otros el infinito Aleph, que mi temerosa memoria apenas abarca? Los místicos, en análogo trance prodigan los emblemas: para significar la divinidad, un persa habla de un pájaro que de algún modo es todos los pájaros; Alanus de Insulis, de una esfera cuyo centro está en todas partes y las circunferencia en ninguna; Ezequiel, de un ángel de cuatro caras que a un tiempo se dirige al Oriente y al Occidente, al Norte y al Sur. (No en vano rememoro esas inconcebibles analogías; alguna relación tienen con el Aleph.) Quizá los dioses no me negarían el hallazgo de una imagen equivalente, pero este informe quedaría contaminado de literatura, de falsedad. Por lo demás, el problema central es irresoluble: La enumeración, si quiera parcial, de un conjunto infinito. En ese instante gigantesco, he visto millones de actos deleitables o atroces; ninguno me asombró como el hecho de que todos ocuparan el mismo punto, sin superposición y sin transparencia. Lo que vieron mis ojos fue simultáneo: lo que transcribiré sucesivo, porque el lenguaje lo es. Algo, sin embargo, recogeré.
En la parte inferior del escalón, hacia la derecha, vi una pequeña esfera tornasolada, de casi intolerable fulgor. Al principio la creí giratoria; luego comprendí que ese movimiento era una ilusión producida por los vertiginosos espectáculos que encerraba. El diámetro del Aleph sería de dos o tres centímetros, pero el espacio cósmico estaba ahí, sin disminución de tamaño. Cada cosa (la luna del espejo, digamos) era infinitas cosas, porque yo claramente la veía desde todos los puntos del universo. Vi el populoso mar, vi el alba y la tarde, vi las muchedumbres de América, vi una plateada telaraña en el centro de una negra pirámide, vi un laberinto roto (era Londres), vi interminables ojos inmediatos escrutándose en mí como en un espejo, vi todos los espejos del planeta y ninguno me reflejó, vi en un traspatio de la calle Soler las mismas baldosas que hace treinta años vi en el zaguán de una casa en Frey Bentos, vi racimos, nieve, tabaco, vetas de metal, vapor de agua, vi convexos desiertos ecuatoriales y cada uno de sus granos de arena, vi en Inverness a una mujer que no olvidaré, vi la violenta cabellera, el altivo cuerpo, vi un cáncer de pecho, vi un círculo de tierra seca en una vereda, donde antes hubo un árbol, vi una quinta de Adrogué, un ejemplar de la primera versión inglesa de Plinio, la de Philemont Holland, vi a un tiempo cada letra de cada página (de chico yo solía maravillarme de que las letras de un volumen cerrado no se mezclaran y perdieran en el decurso de la noche), vi la noche y el día contemporáneo, vi un poniente en Querétaro que parecía reflejar el color de una rosa en Bengala, vi mi dormitorio sin nadie, vi en un gabinete de Alkmaar un globo terráqueo entre dos espejos que lo multiplicaban sin fin, vi caballos de crin arremolinada, en una playa del Mar Caspio en el alba, vi la delicada osadura de una mano, vi a los sobrevivientes de una batalla, enviando tarjetas postales, vi en un escaparate de Mirzapur una baraja española, vi las sombras oblicuas de unos helechos en el suelo de un invernáculo, vi tigres, émbolos, bisontes, marejadas y ejércitos, vi todas las hormigas que hay en la tierra, vi un astrolabio persa, vi en un cajón del escritorio (y la letra me hizo temblar) cartas obscenas, increíbles, precisas, que Beatriz había dirigido a Carlos Argentino, vi un adorado monumento en la Chacarita, vi la reliquia atroz de lo que deliciosamente había sido Beatriz Viterbo, vi la circulación de mi propia sangre, vi el engranaje del amor y la modificación de la muerte, vi el Aleph, desde todos los puntos, vi en el Aleph la tierra, vi mi cara y mis vísceras, vi tu cara, y sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto ese objeto secreto y conjetural, cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo.
Sentí infinita veneración, infinita lástima.
martes, 26 de abril de 2011
martes, 5 de abril de 2011
domingo, 3 de abril de 2011
miércoles, 30 de marzo de 2011
martes, 29 de marzo de 2011
A tí.
Quienquiera que seas, sospecho con temor que caminas por los senderos de los sueños,
Temo que estas realidades ilusorias se desvanezcan bajo tus pies y entre tus manos,
Desde ahora tus facciones, alegrías, lenguaje, casa, negocio, modales, molestias, locuras, traje, se separan de tí,
se me aparecen tu alma y tu cuerpo verdaderos,
se apartan de negocios, comercio, tiendas, trabajo, granja, casa, compra, venta, comer, beber, sufrimiento, muerte.
Quienquiera que seas, pongo sobre tí mis manos para que seas mi poema,
te murmuro al oído:
he amado a muchas mujeres y a muchos hombres, pero a nadie he amado tanto como a tí.
Oh, he sido tardo y mudo,
debí haberme abierto camino hacia tí hace mucho tiempo,
no debí haber proclamado a nadie sino a tí, no debí haber cantado a nadie sino a tí.
Lo abandonaré todo y vendré, y cantaré himnos en tu honor,
nadie te ha comprendido, pero yo te comprendo,
nadie te ha justificado, y tú no te has justificado tampoco,
no hay nadie que no te haya encontrado imperfecto, sólo yo no hallo en tí imperfecciones,
no hay nadie que no haya querido esclavizarte, yo soy el único que no aceptará tu servidumbre,
yo soy el único que no te impone señor, ni dueño, ni superior, ni Dios, fuera de los que hay intrínsicamente en tí mismo.
Los pintores han representado sus grupos abigarrados alrededor de una figura central,
de la cabeza de la figura central se extiende un nimbo de luz áurea,
pero yo pinto miríadas de cabezas, y a ninguna le falta su nimbo de luz áurea,
que de mis manos, y del cerebro de todo hombre y mujer, fluye y resplandece eternamente.
¡Oh, yo podría cantar de tí grandezas y glorias!
No te has conocido a ti mismo, tu vida entera sólo ha sido un sueño interior,
tus párpados han estado cerrados casi siempre,
tus actos vuelven a ti para escarnecerte
(si tu trabajo, tu saber, tus plegarias no vuelven a ti para escarnecerte, ¿para qué vuelven?),
el escarnio no te pertenece, debajo de él y dentro de él te veo en acecho,
te he seguido hasta donde nadie te ha seguido,
si el silencio, la mesa de trabajo, la expresión petulante, la noche, la rutina diaria te ocultan de los demás o de ti mismo, no te ocultan de mí,
si el rostro rasurado, el ojo inquieto, la tez impura engañan a los demás, a mí no me engañan,
yo aparto el vestido llamativo, la actividad vergonzosa, la embriaguez, la codicia, la muerte prematura.
No hay don de hombre o de mujer que no se adapte a ti,
no hay virtud ni belleza en el hombre o en la mujer que no estén también en ti,
y ningún placer les aguarda al hombre o a la mujer que no te aguarde también a ti.
En cuanto a mí, yo no doy nada a nadie sin darte a ti otra cosa igual,
yo no canto la gloria de nadie, ni la de Dios, antes de cantar tu gloria.
¡Quienquiera que seas, reclama lo tuyo a cualquier precio!
Las pompas de Oriente y Occidente son insignificantes comparadas contigo, estas praderas inmensas, estos ríos interminables: tú eres inmenso e interminable como ellos,
estos furores, elementos, borrascas, movimientos de la naturaleza, agonías de aparente aniquilamiento: eres tú, hombre o mujer, su soberano o soberana,
soberano o soberana, por tu propio derecho, eres dueño o dueña de la naturaleza, elementos, dolor, pasiones, aniquilamiento.
Las trabas caen de tus tobillos, encuentras en ti recursos inagotables,
viejo o joven, hombre o mujer, grosero, bajo, rechazado por todos, lo que tú seas te proclama,
a través del nacimiento, vida, muerte, entierro, los medios abundantes, nada te será escatimado,
a través de cóleras, pérdidas, ambiciones, ignorancia, hastío, lo que tú eres se abrirá paso.
Walt Whitman.
(él y yo todavía nos andamos conociendo de vez en cuando)