viernes, 9 de septiembre de 2011

De poemas en prosa, César Vallejo

El momento más grave de la vida


Un hombre dijo:
—El momento más grave de mi vida estuvo en la batalla del Marne cuando fui herido en el pecho.
Otro hombre dijo:
—El momento más grave de mi vida, ocurrió en un maremoto de Yokohama, del cual salvé milagrosamente, refugiado bajo el alero de una tienda de lacas.

Y otro hombre dijo:
—El momento más grave de mi vida acontece cuando duermo de día.

Y otro dijo:
—El momento más grave de mi vida ha estado en mi mayor soledad.

Y otro dijo:
—El momento más grave de mi vida fue mi prisión en una cárcel del Perú.

Y otro dijo:
—El momento más grave de mi vida es el haber sorprendido de perfil a mi padre.

Y el ultimo hombre dijo:
—El momento más grave de mi vida no ha llegado todavía.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Sartoris



(...) le parecía que John no había esperado a que el Tiempo le enseñara que la finalidad de la prudencia es soñar lo bastante alto como para no perder el sueño mientras se está empeñado en su búsqueda.

El deseo es una pregunta cuya respuesta no existe

No decía palabras,
acercaba tan sólo un cuerpo interrogante,
porque ignoraba que el deseo es una pregunta
cuya respuesta no existe,
una hoja cuya rama no existe,
un mundo cuyo cielo no existe.

La angustia se abre paso entre los huesos,
remonta por las venas
hasta abrirse en la piel,
surtidores de sueño
hechos carne en interrogación vuelta a las nubes.

Un roce al paso,
una mirada fugaz entre las sombras,
bastan para que el cuerpo se abra en dos,
ávido de recibir en sí mismo
otro cuerpo que sueñe;
mitad y mitad, sueño y sueño, carne y carne,
iguales en figura, iguales en amor, iguales en deseo.
Auque sólo sea una esperanza
porque el deseo es pregunta cuya respuesta nadie sabe.